Transformando la convivencia entre perros y familias
El sitio donde los ladridos no se corrigen: se comprenden. Aquí, la educación canina no se reduce a órdenes u obediencia mecánica. Es otra cosa: Es una conversación

El sitio donde los ladridos no se corrigen: se comprenden. Aquí, la educación canina no se reduce a órdenes u obediencia mecánica. Es otra cosa: Es una conversación
Se apoya en tres pilares que, curiosamente, no ladran, pero sustentan todo:
Comprender cómo las neuronas interpretan información y controlan el comportamiento, emociones y la respiración
Comportamiento innato que no ha sido aprendido, sino transmitido y que se activa ante ciertas situaciones
Tu perro sabe lo que sientes, incluso antes de que se lo digas, él respira tu misma vida
Nuestro enfoque es holístico, No entrenamos para controlar. Cada ejercicio, cada consejo, nace del entendimiento mutuo creando un vínculo emocional permanente y bienestar en tu familia,